Tráfico

Siguiendo la línea de la autoficción Tráfico es un monólogo que relata la vida de un joven prostituto de la periferia de cualquier metrópoli y que poco a poco se convierte en “sicario”, – en referencia a los sicarios que trabajan para los cárteles de la droga. Teniendo como único soporte escénico una moto y un lampadario, Alex nos cuenta su vida como escort boy, sus encuentros y desencuentros con sus clientes y, sobre todo, la relación especial que mantiene con uno de ellos: un dramaturgo al que llama “el Francés” y que poco a poco le atrae al mundo del crimen. La obra se desarrolla en torno a su apasionada relación con este dramaturgo y nos permite echar un vistazo a las zonas más oscuras de la vida de Alex, donde pasa de ser un prostituto a convertirse en un asesino por encargo: un argumento fascinante que combina relatos de la vida sexual de Alex con descripciones ultraviolentas de sus “contratos”. En Tráfico, Eros y Tánatos emergen gradualmente como dos caras de la misma moneda: las dos caras de la intensa y tumultuosa vida de un héroe trágico.