Mujeres como yo

Mujeres como yo

Una mujer, que se acerca a los 50 años, sale una noche de su casa y decide no volver. Se esconde en un estudio de unos 30 metros cuadrados que le ha conseguido una amiga suya. El estudio está en un barrio humilde, una zona de la ciudad que no conocía mucho. No quiere salir de allí. Quiere desaparecer durante un tiempo. Estar sola. Comer pizza, ver películas y partidos de fútbol. Quiere aislarse del mundo. Pero ¿por qué? ¿Qué le pasó por la cabeza aquella noche cuando decidió dejarlo todo? ¿Qué es lo que hizo cambiar su vida completamente?

Tres amigas, amigas de la adolescencia con quien no ha perdido el contacto, se preocupan por ella. Era una mujer aparentemente feliz, con un hijo y un marido. Las tres la visitan y a pesar de que ella no se deja ayudar, las amigas la apoyan, le hacen compañía. Tratan de hacerla recapacitar, piensan que tal vez se trata de una depresión, pero la mujer que lo ha abandonado todo parece que está más lúcida que nunca. Cuando le preguntan por qué se fue de casa, ella responde vaguedades. Oculta la verdadera razón. De momento no tiene ganas de contarlo. En cierto modo, su acción (abandonarlo todo) contagia un poco a las otras, que se cuestionan la vida que llevan. Sin darse cuenta, unas hacen de espejo a las otras. ¿Volverán a su vida de antes? Cuando la historia parece que seguirá el plácido camino de las reflexiones sobre el oficio extremadamente duro de ser mujer cerca de los 50, todo hace un giro insospechado. Y la historia de sentimientos se transforma en una comedia de situación, donde no faltan la acción y el suspense.

Crítica

“Dones com jo habla de la capacidad de ponerse en el sitio del otro, aunque no le entiendas.” (RTVE, 25/01/2014)

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